En el hermoso espectro de la humanidad, Dios nos hizo a cada una diferente y especial. Todas tenemos fortalezas y debilidades. Y dentro de las fortalezas, algunas brillan más que otras. Y efectivamente, ya sea por designio de Dios o por determinación y disciplina personal, algunas sobresalen notablemente en distintas áreas de la vida.
La vida es más rica gracias a la diversidad de talentos, aptitudes y habilidades a nuestro alrededor. Pero la belleza de este hermoso diseño de Dios se puede echar a perder, por lo menos en nuestra propia vida, cuando cometemos un grave error: el error de alimentar el veneno de la ENVIDIA ante los dones y oportunidades que Dios le ha dado a alguien más.
También he podido ver que todo el que se afana y tiene éxito en lo que hace despierta la envidia de su prójimo. Ecl. 4:4
Muchas veces Dios nos permite conocer personas que sobresalen en algo, pero por la misma razón que los conocemos personalmente, y sabemos de otras debilidades que también poseen, los menospreciamos completamente. Y muchas veces los resentimos en lo profundo de nuestros corazones y consecuentemente los criticamos, dañando su nombre ante otros.
—De cierto os digo que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. ~JESUS (Lucas 4:24)
¡Pero no tiene que ser así! Muchos salen perdiendo con esta táctica de juego, y nosotras mismas somos quienes nos llevamos la peor parte. Seamos diferentes y APRENDAMOS de los expertos, no los resintamos ni critiquemos. Admiremos sus cualidades y démosle gloria a Dios por el trabajo que está haciendo en sus vidas. Pidámosle su consejo y sigamos su buen ejemplo. No desperdiciemos oportunidades de aprender de quienes lo hacen mejor que nosotras.
Atended el consejo, y sed sabios,
Y no lo menospreciéis. Proverbios 8:33
¿Conoces a alguien que saber hacer excepcionalmente algo que a ti te gustaría hacer?
¿Una esposa contenta?
¿Una madre paciente?
¿Una amiga incondicional?
¿Una persona generosa?
¿Una mujer sabia y prudente?
¿Una persona servicial?
¿De quién puedes aprender…?
¿a cocinar mejor?
¿a mantener una dieta y peso saludable?
¿a manejar mejor tu tiempo?
¿a cantar mejor?
¿a dibujar mejor?
¿a realizar algún deporte?
¿a comenzar un negocio familiar?
Nunca desperdicies oportunidades de aprender de otros. ¿A quienes ha puesto Dios en mi vida para aprender de ellas? Que Dios nos ayude a no menospreciarlas criticándolas o resintiéndolas. Dile NO a la envidia, para disfrutar de una vida de gozo y gratitud.
