Estos días Dios me ha puesto en el corazón el deseo de disfrutar las riquezas de la vida. No me refiero a lo material, sino a lo verdaderamente RICO de la vida.
Una tarde en la playa con mi familia.
Un plato de comida delicioso, preparado con amor.
Un libro interesante.
Una oportunidad de servir a alguien en necesidad.
La sonrisa en la cara de una persona que comparte conmigo.
Música.
Una llamada telefonica a algún familia distante.
El estudio de algun animal, insecto o planta.
El sabor de una fruta o vegetal.
El honor de vivir para servir a Dios.
En esta temporada de mi vida, quiero acercarme a Dios lo suficiente para saber que es lo que él requiere de m. Quiero estar dispuesta a desechar de mi vida todo lo que no va en linea con lo que Dios tiene para mi, aunque sea algo bueno.
Mientras disfruto buenos momentos con mi esposo y mis hijos, me doy cuenta de lo bello de la vida. !No quiero perderme de nada bueno! Y mucho menos mal utilizar mi tiempo, dinero y habilidades.
La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba.
Prov. 14:1
Foto tomada por mi esposo en el parque Fruit & Spice Park
