«Moisés extendió su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirara por medio de un recio viento oriental que sopló toda aquella noche. Así se secó el mar y las aguas quedaron divididas.
Entonces los hijos de Israel entraron en medio del mar, en seco, y las aguas eran como un muro a su derecha y a su izquierda.» Exodo 14:21, 22
Si Dios le pidió a los Israelitas pasar por en medio del mar, entre dos PAREDES DE AGUA, ¿por qué no te ha de pedir que hagas cosas que no necesariamente van de acuerdo a la lógica humana? Es más, toda la Biblia está llena de historias y personas con hechos fuera del orden lógico, humano.
Muchas otras personas decidieron no acudir al llamado de Dios. Probablemente no querían arriesgar su vida, su reputación, su comodidad, o sus propios planes. Ellos no llegaron a las páginas de las Escrituras.
¿Y tú? ¿Estarías dispuesta a obedecer a Dios y arriesgar todo lo que tienes por él?
¿Lo estas obedeciendo en tu matrimonio?
¿En la crianza de tus hijos?
¿En tu Iglesia local?
¿Con tus amistades? ¿Tus palabras? ¿Tus ojos?
Muchos lo hicieron antes que nosotros. Dejemos un legado para las próximas generaciones.
Foto carlosm76
