Pin It

Ves que una madre esta corrigiendo equivocadamente a su hijos. ¿Qué haces?

Te das cuenta que un familiar esta a punto de tomar una mala decisión. ¿Que le dices?

Tu esposo esta muy equivocado. ¿Hasta dónde te es permitido intervenir?

Como madre, tengo el gran privilegio y responsabilidad ante Dios de corregir a mis hijos. Y si en algún caso, alguna hermanita a quien estoy discipulando me solicita y otorga el derecho de corregirla, lo puedo hacer. Pero aparte de ellos, yo no estoy en ninguna posición de imponer corrección en la vida de otros. Esta es una espada de doble filo, por que hay muchos versos que nos indican que debemos ayudar a otros y corregir a otros. Al fin y al cabo Jesucristo lo hizo. Entonces, ¿por qué digo que no debo imponer corrección en otros? Porque la palabra clave es imponer. Dios no impone corrección. El nos instruye y nos corrige, pero no nos obliga a cambiar. El mismo nos ha dado voluntad propia.

Con los que no Creen

Para empezar, es bien importante recalcar que es extremadamente difícil corregir con principios bíblicos el juicio de una persona que no ha recibido a Jesucristo como su Salvador. Simple y sencillamente una persona cegada es incapaz de ver la verdad. No hay necesidad de discutir o mucho menos pelear y tratar de constreñir a alguien que no tiene a Dios en su corazón. En este caso, lo que principalmente importa es que acepte a Jesucristo como único y suficiente Salvador. Cualquier otra ‘ayuda’ de parte nuestra es prácticamente inútil.

 

Ahora, ¿cómo corregimos a las otras personas a nuestro alrededor que ya tienen a Jesus en su corazón?

La Intención

Primero lo primero. ¿Cuál es tu intención? ¿Hacer sentir mal a alguien? ¿Sentirte superior a la otra persona? ¿Tratar de mostrar que tu sabes mas que otros?

Examina tu corazón y pídele a Dios que te ayude mostrar genuino amor a otros a través de la amonestación en madurez y carácter.

El Objetivo

Es bien práctico definir el objetivo de tu corrección. Si lo único que quieres es dar tu opinión o imponer tus creencias, no vas a llegar muy lejos. Tus palabras no serán bienvenidas, no habrá cambio de conducta en la otra persona, probablemente causarán división y por seguro, malas actitudes. Sin embargo, cuando tu objetivo es ver más a Cristo en su vida, verás mucho fruto y hasta se te hará mas fácil corregir en una situación difícil. No olvides que no puedes forzar a otros a ser más como Cristo si tu misma eres legalista.

Un Paso antes de Corregir

Ora, ora y ora. Cuando veas que alguien está en error, ora por esa persona. ¡Y ten por seguro que Dios va a contestar tu oración! El hará el cambio en la otra persona, y puede que te use a ti como instrumento – puede que no. El te lo dirá. Está atenta a su voz. No pierdas el enfoque, Dios es el que está trabajando, El es quien decide a quien usar, cuando y como usarlo. No te prestes para una tarea que El no te ha dado. 

En la Práctica

Se ejemplo de lo bueno. Genuinamente vive tu vida ante otros; se una influencia positiva de actitud y conducta. Enseña lo bueno. Promueve lo recto. Aprecia lo justo. Admira lo virtuoso. Pregunta y escucha antes de corregir (para saber de lo que hablas). Habla con dulzura al reprender. Escucha. Define y explica claramente la verdad bíblica en cuestión. Vístete de coraje y enfrenta situación si Dios te lo ha pedido. Nunca corrijas en público, ni anónimamente. No tires indirectas. Apártate con la persona y habla. La persona se merece tu tiempo y atención si lo vas a corregir. No hables ni repitas la falta a otros. Perdona. Deja todo en las manos de Dios. Espera transformación.

Así como Dios esta pacientemente trabajando en tu vida, también lo esta haciendo en la de otros.

Related Posts with Thumbnails

Puede que también te guste

2 comentarios

  1. Hola Karisa, me gusto mucho tu artículo, especialmente cuando das consejos muy prácticos del carácter adecuado para corregir, me estimulo mucho a autoevaluarme, ya que Dios me ha permitido trabajar como consejera y muchas amigas solicitan apoyo y precisamente corregir es una de las cosas que cuido mucho, ya que se pueden sentir ofendidas…Gracias! Dios te siga bendiciendo.

  2. Que bendición que estas en posición de ayudar a otros. Es un gran privilegio, pero también una gran responsabilidad. ¡Que Dios te guíe en sabiduría!

    Para servirte,
    Karisa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.