Estas son mis reflexiones sobre el capítulo 5 del libro Desperate: Hope for the Mom Who Needs to Breath (Desesperada: Esperanza para la Madre que Necesita Respirar) por Sarah Mae y Sally Clarkson. Puedes obtener tu copia aquí.
Una madre que constantemente está dando y dando es muy vulnerable al desánimo y abatimiento. Esto hace que las madres sean susceptibles al cansancio y a la depresión.
Adicionalmente, como parte del diseño de Dios, las mujeres tenemos distintas estaciones de cambio de hormonas. Muy a menudo éstas tratan de controlar nuestras emociones y por ende, nuestras actitudes. Y el resultado puede ser una madre deprimida con un rendimiento miserable.
Este es un lugar terrible en el cual estar. El dolor y la angustia invaden tu ser. Y casi toda esperanza de un mejor mañana simplemente desvanece en un mar de dudas y perplejidad. ¿Quién quiere una madre en este estado?
Después de uno de mis embarazos, caí en una profunda depresión posparto. Aunque todo a mi alrededor estaba bien, yo había perdido todo sentido y propósito. Sentía un profundo dolor en el alma y muy fácilmente me ofendía.
Pero Dios en su bondad me ayudó. Y su ayuda no consistió, inicialmente, en sacarme de tal estado de depresión, sino en darme un corazón de compasión hacia los que duelen y sufren. Esta fue una enorme bendición, aún a pesar del dolor que yo misma sentía.
Dios me ayudó a pensar correctamente: “Este es solo un momento de depresión. Esto tiene un fin. Esto no es para siempre,” me decía constantemente, lo cual me iba dando esperanza poco a poco.
En lo más profundo de mi depresión, tuve que reconocer que no era sabio tomar decisiones importantes así. Era mejor que algo no sucediera por no haber tomado una decisión, a que algo negativo sucediera por haber tomado una mala decisión basada en mis inconsistentes y frágiles emociones.
Aprendí a humildemente venir ante Dios y reconocer mi fragilidad. Él fue fiel y me sacó de esta terrible depresión y me di cuenta que, aunque no se lo deseo a nadie, muchas personas sufren cada día de dolor y depresión.
Es necesario pedir ayuda, especialmente a Dios. También es importante comunicarse, especialmente con tus seres queridos. Finalmente, es indispensable tomar cualquier acción necesaria para salir de la depresión.
Madre, si te encuentras deprimida, ¡busca ayuda! Dios te quiere ayudar y Él ya ha hecho provisión para sacarte de tu depresión. Él te ama y tiene un propósito importante para tu vida y la de tu familia. ¡Confía en Él y espera mejores días!
“Ahora veo claramente como Dios usó esos momentos negros para moldearme y conformarme a la imagen de Cristo. Él estaba ampliando mi corazón para que experimentara dolor de tal forma que yo pudiera ejercer compasión con quienes la necesitarían en su propia jornada de la fe.” Sally Clarkson, Desperate: Hope for the Mom Who Needs to Breath
fotografía por shieldkitten
