El estrés causa mucho más daño de lo que le atribuimos. Vale la pena aprender a reconocerlo como tal y saber lidiar con él.
Hay situaciones fuera de nuestro control que nos causan estrés. Pero hay otras situaciones que nos causan estés y sí están a nuestro control.
En mi proceso de aprendizaje, esto es lo que estoy tratando de hacer para reducir el estés en mi vida:
- Ser sabia con mis decisiones pequeñas. Esto me da buenos resultados y disminuyen mis posibilidades de culpabilidad, problemas y estrés.
- Tomar nota de los errores y fallas. Cuando la decisión y/o acción no fue sabia, tomo nota de las consecuencias y lecciones. No hay razón de cargar con exceso estrés cuando se ha aprendido algo nuevo y valioso.
- Tener las disposición de aceptar con gracia las situaciones difíciles que están fuera de mi control. Aquí tengo que enfocar mi mente y alma en la soberanía de Dios. Si Él permitió algo, es por que Él tiene un buen y perfecto propósito. Esto no es muy fácil para mi, pero estoy aprendiendo. La práctica hace al maestro. ¡También es una buena oportunidad para DAR GRACIAS a Dios…por todo!
- No perder la visión de una vida pacífica, agradecida y serena, aún en medio un un mundo totalmente caótico. Ningún día en esta vida será perfecto o sin problemas. Pero puedo aprender a mantener mi perspectiva positiva y llena de esperanza.
Tú guardas en completa paz
a quien siempre piensa en ti
y pone en ti su confianza.
Isaías 26:3
