Pin It

Foto por foreversouls.

Esta es una continuación de una lista de áreas de carácter que debemos infundir y promover en la vida de cada uno de nuestros hijos.

Parte 1 Parte 2

No te preocupes cuando tus hijos no te escuchan, preocúpate de que siempre están mirando. ~ Robert Fulghum

SERVICIO

Una vida de servicio promueve un estilo de vida no ego céntrico. Servicio es el trabajo que hacemos a beneficio de otra persona, una institución o una organización; servicio también es cuando ayudamos con nuestras fuerzas, ideas o recursos.

El servicio se aprende y practica en el hogar. Hagamos cada momento oportuno para enseñarle a nuestros hijos a ser serviciales. Esto se logra cuando primero les enseñamos a tratar a los demás como a superiores a ellos mismo.

Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. Fil. 2:3

Los más chicos deben saber respetar y admirar a los más grandes, buscando oportunidades para servirlos. De igual manera, los más grandes deben estar conscientes de las limitaciones de los pequeños y buscar brindarles ayuda. Como padres, tenemos que enseñarles a nuestros hijos a mostrarnos respeto a través del servicio. Primero, ellos tienen que tener consciencia de que se les necesita. Después, tienen que aprender a tomar iniciativa y ofrecer ayuda cuando miran alguna necesidad que ellos pueden llenar. Un hijo que solo atiende a las instrucciones especificas no es necesariamente servicial. El servicio genuino se marca cuando nace de la bondad y sencillez del corazón. ¡Busquemos crear en ellos ese corazón!

El servicio los llevara a lugares de honor y grandeza.

HUMILDAD

La humildad es una actitud. Es el reconocimiento y aceptación tanto de las fortalezas como de los límites que uno tiene. No es tan difícil enseñarle a un niño a ser humilde. Entre más temprano comencemos, mejor.

Si ves que tu hijo tiene alguna habilidad especial o talento, díselo y apláudelo. Pero inmediatamente recuérdale que es Dios quien le dio esa aptitud, por lo tanto debe cuidar de usarlo para honra y gloria de Él. Si notas que a tu hijo se le está subiendo a su cabeza ciertos logros, ten una buena platica con él. Anímalo a que busque estar primeramente agradecido con Dios por permitirle tener tales logros, y luego encamínalo a servir o ayudar a otros a través de sus logros.

Si notas que le cuesta hacer algo, o que se compara con personas que pueden hacer algo mejor que él, recuérdale que su mejor esfuerzo es lo que importa. Cuando un niño comprende que todas las personas tienen diferentes talentos y habilidades, con más facilidad aceptara su dificultad de hacer algo difícil para él, produciendo en él un espíritu de humildad.

Si exponemos a nuestros hijos a las Escrituras desde temprano, ellos van a tener la perspectiva correcta de la historia y el mundo. Esto les ayudara a comprender fácilmente su aportación a la misma.

COMPASION

Las personas compasivas son las que están haciendo una diferencia en nuestro mundo. Por eso debemos desear que nuestros hijos sean personas compasivas desde bien temprano en su vida. Una persona compasiva tiene una profunda conciencia del sufrimiento otros, junto con el deseo de aliviarlo.

Una forma sencilla y práctica que mi mamá usaba para enseñarnos a ser compasivos desde muy pequeños era de tener una lista de oración por niños enfermos o con deseabilidades. Cada noche orábamos por salud, protección y bendición para estos amiguitos en necesidad. Cuando los mirábamos, en vez de tener curiosidad, lastima o menosprecio, nos llenaba de gran gozo ver lo que Dios estaba haciendo en la vida de ellos.

Esta lista no se limitaba a la salud, también incluíamos a personas en desempleo o alguna otra crisis personal. Esto nos ayudó a estar pendientes de los problemas de los otros y poder ayudar a través de la oración. A medida que fuimos creciendo, se nos animaba a ver las necesidades de otros y buscar ser de ayuda y bendición.

Es fácil hundirse en nuestros propios dolores y problemas. Pero si le ayudamos a nuestros hijos a estar pendientes de los dolores y problemas de los que están a nuestro alrededor, les vamos a pavimentar un camino hacia la compasión y el amor.

CORTESIA

Los buenos modales en los niños son escasos estos días. Pero no es excusa para no requerirlo de nuestros hijos. No importa la edad, nuestros hijos deben mostrar cortesía. Buenos modales se resume en la bondad y respeto mostrado a las otras personas y sus posesiones.

Mis padres nos ponían a practicar la cortesía en la casa. Ellos pretendían ser personas conocidas (o desconocidas) y nos hacían que practicar con ellos. Esto nos ayudo muchísimo. Cuando estábamos con otros, ya estábamos seguros de cómo saludar y qué decir, y lo hacíamos bien. Como a los 5 años de edad me enseñaron a contestar el teléfono, “Buenos días, casa de familia Guerra, ¿con quien desea hablar?” ¡Eso es bastante para una pequeña niña! Pero lo tenía que hacer así, sino, no podía contestar el teléfono.

Cortesía Fácil

“Hola, mi nombre es __________, ¿Cuál es el tuyo?”
“Bueno días”
“Por favor”
“Gracias”
“Permiso”
“Buen provecho”

Cortesía Importante

No burlarse de otras personas diferentes a nosotros.
No burlarse del esfuerzo de otros.
No ser indiferente con un nuevo conocido. Mostrar interés genuino.
Mirar a las personas en los ojos cuando nos están hablando.
Dirigir toda nuestra atención a quien está hablando en público o que nos está dando instrucciones y a cualquier persona de autoridad que esté hablando.
Esperar con paciencia nuestro turno.
No dañar las posesiones de otras personas.
Cuidar las posesiones de otros.
Mostrar la misma cortesía con los grandes como los chicos; con los fuertes como los débiles; con los ricos como lo pobres

Related Posts with Thumbnails

Puede que también te guste

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.