Contrario a lo que algunos piensan, la escuela en el hogar no es una idea novedosa. En los aproximadamente 6,000 años de historia de la humanidad, la mayor parte de los habitantes de este planeta tierra han sido educados o enseñados en su hogar, excepto en los últimos 200 años. (La primera escuela pública de la civilización occidental dio comienzos en los 1600’s) ¿Será que solo las personas que hemos vivido en los últimos dos siglos somos mejores y más inteligentes que todos los que han vivido más de 5,000 años anteriores a nosotros? Sabemos que no. Muchos de los grandes inventores de la historia, genios musicales, figuras políticas y personas históricamente influyentes fueron educados en sus hogares (Abraham Lincoln, Thomas Edison, Benjamin Franklin, Mozart, Leonardo da Vinci, Florence Nightingale, entre otros).
Vale la pena recordar que no es de mayor importancia la capacidad ni entrenamiento de la persona educando (el maestro), ni el método, programa o materiales usados en la educación, sino el compromiso y determinación de padres amorosos que no desean nada más que ver a sus hijos cumplir el propósito que Dios tiene para ellos. (La mayor parte de los maestros ‘profesionales’ o instituciones de educación ‘superiores’ no tienen ni la más mínima idea de lo que Dios tiene y quiere para nuestros hijos).
Por eso es que muchas de la personas que han cambiado el rumbo de la historia fueron educados en sus hogares, por sus padres o personas que estaban completamente comprometidos a “instruirlos en su camino” (Prov. 22:6).
Pero las escuelas privadas y públicas tienen su función. Y es la de brindar educación y cuidado adecuado a niños y jóvenes que están en peligro o desventaja en sus propios hogares. Así que definitivamente, la escuela en el hogar no es para todas las familias. Las excepciones son para familias con:
- Un matrimonio con problemas graves
- Una madre con severos problemas emocionales y/o mentales
- Un padre o madre con serios problemas de adicción
- Un padre o madre física o emocionalmente abusivo(a)
Si tu familia no cabe en alguna categoría anterior, te sugiero que busques diligentemente y abiertamente la voluntad de Dios para la educación de TU familia. Ni el gobierno ni las opiniones equivocadas de otros son excusa para que nos dejemos de informar adecuadamente y ampliamente sobre la educación en el hogar. Los años de educación escolar tienen un efecto eterno en la vida de cada niño. No pongamos en peligro la calidad de vida y futuro de nuestros hijos al impedir exponerlos a todo lo que Dios quiere que les demos en estos años tan impresionables, instructivos e importantes.

Hola
Que bien por este articulo, pues nos muestra las dos caras del asunto. Gracias
Hola! Que bueno encontrarte, apenas hoy conocí tu blog y ha sido de bendición.
Sueño con educar mis hijos en casa pero aquí en Venezuela no es legal hacerlo y también me da miedo! Hay días que me siento muy abrumada, no se sí podría manejar también tener la responsabilidad de enseñarles el currículum de educación.
Por ahora lo que estoy haciendo es retrasar la entrada al colegio lo más que puedo que es a los 5 años.
Gracias por compartir tu vida y experiencia. Bendiciones