“¡Mamá, mamá! ¿Cuantos días faltan para Navidad?” Esta es una pregunta que una madre escuchará centenares de veces a través de los años.
Y no es para menos, la época de Navidad es una que trae tanta maravilla. Decoraciones, música alegre, comida deliciosa, reuniones en familia y amistades y mucho más. Para los niños, esta es una temporada alegre y de anticipación.
Y aunque a nosotros los adultos también anticipamos y disfrutamos de las celebraciones de la época, nosotros también tenemos la carga extra del estrés que la temporada trae. Los eventos, gastos, recuerdos dolorosos y otros tienden a robarnos de la paz que supuestamente acompaña la Navidad.
“¡Mamá, mamá! ¿Cuantos días faltan para Navidad?” Otra vez.
“Como respondemos a su entusiasmo sobre la Navidad comunica más que cualquier sermón cuidadosamente diseñado. ¿La Navidad es cuando la alegría llegó al mundo, o es el tiempo en que mamá pasa tensa y papá muy ocupado?” ~Carol Garborg
La próxima vez que alguno de tus hijos te pregunte, una vez más, con entusiasmo y alegría, “¡Mamá, mamá! ¿Cuantos días faltan para Navidad?” respóndele con emoción y regocijo. Aprovecha cada oportunidad para hablar sobre todas las cosas maravillosas que envuelven la venida del Salvador a este mundo.
Racionaliza este momento de paz y amor. Si es necesario, elimina cualquier cosa que te esté robando del gozo que el nacimiento de Jesus trae. Concéntrate y disfruta de las actividades que te inspiran a ti a tu familia a vivir una vida de adoración al Rey.
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