Cuando se menciona el término «pureza» casi siempre se piensa en la pureza sexual. Y es correcto. Somos bombardeados constantemente con mensajes opuestos a la pureza sexual que es casi imposible no pensar en eso. Pero el concepto de pureza es mucho más amplio. Es la pureza de mente, espíritu y cuerpo.
La palabra pureza viene de la palabra «puro» que significa que no tiene mezcla de otra cosa. En la Biblia se nos exhorta a ser íntegros; de no mezclar la vida en Cristo con la vida y valores de este mundo.
“¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?»
Santiago 4:4
Una manera práctica para vivir una vida de pureza, es tomando la decisión de amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mateo 22:37).
Cuando se ama a Dios con “todo”, lo primero que se quiere hacer es agradarle a Él. Precisamente, nosotras le amamos porque El nos amo primero. Conocer y creer Su amor absoluto por nosotros, nos mueve a no querer hacer nada que sea fuera de la vida de pureza que Dios tiene para nosotras.
Si queremos andar y crecer en pureza, necesitamos a diario estar en la presencia de Aquel que es Luz y es Santo. En Su presencia no se mezclan las tinieblas. Experimentar la presencia de Dios es el privilegio de toda persona que con un corazón sincero medita en la Palabra de Dios y mantiene una conversación permanente con El.
Cuando estemos tentadas a vestirnos o conducirnos de manera que no refleje la pureza de Dios, solo recordemos cómo se sentiría el Señor Jesucristo caminando a nuestro lado. Recordemos también que los valores de este mundo nos engañan primero, y destruyen después. No permitamos ser apartadas de la vida en Cristo diseñada para nuestra máxima seguridad y felicidad.
Decidamos a diario vivir una vida que refleje la belleza y la pureza de Jesucristo.
Foto por Weaselmcfee

Me encanto mucho la pagina KarisA auque no pude leer todo los enlaces, el de Lucy tu mami es veridico y el espititu de Dios nos guiA ccomo lo Dice la Biblia en Filipenses 2:13