Para tener éxito en cualquier aventura que emprendamos, tenemos que desarrollar la capacidad de podernos enfocar bien en el trabajo a mano. Unas de las claves del enfoque es la concentración – cuando voluntariamente centramos toda nuestra atención en algo. Por eso, parte de un buen enfoque es poder resistir la tentación de estar pensando o tratando de hacer varias de cosas al mismo tiempo.
Es bueno tener bien claro cuales son las prioridades de tu vida. Esto te ayudará a saber qué cosas realmente necesitan toda tu atención.
Esta es una lista sugerida de áreas en la vida que requieren de enfoque total:
- Tu trabajo.
- Tiempo romántico, íntimo o exclusivo con tu esposo.
- Ciertos momentos con tus hijos. Como cuando les lees, juegas con ellos, los escuchas, etc.
- La iglesia. Especialmente en el tiempo de adoración y el mensaje.
- La escuela/universidad.
- Tu tiempo a solas con Dios.
- Tiempo de comunión y hermandad con tus amistades.
No te olvides que las personas son los regalos más importantes que Dios nos ha dado. No te preocupes de todo el trabajo que tienes, lo que vas hacer por la noche, las tareas y exámenes, la próxima reunión social que asistirás o de cualquier otro problema. Dedícale toda tu atención a la persona que necesita de tu tiempo y atención en ese momento.
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