Algo que casi todas las personas exitosas tienen en común es su entusiasmo o motivación positiva sobre lo que hacen. Estas personas se levantan cada mañana con claridad de objetivo y metas definidas. En otras palabras, las personas exitosas usualmente tienen un estado mental positivo, lo cual las impulsa a tomar buenas decisiones, tener buenas y sólidas relaciones interpersonales, logrando obtener sus ambiciones deseadas.
A mi me sucede con frecuencia, y yo se que tu también has tenido experiencias similares: cuando escucho a un predicador entusiasmado sobre su tema, me llena de esperanza y hasta deseo salir y actuar de inmediato en lo aprendido. Y de modo similar, hay veces en que he escuchado predicadores exponiendo una excelente y necesaria materia, pero su falta de entusiasmo no produce ni la más mínima ganas de aprender y mucho menos de ponerlo en práctica.
¿Cuál es la lección? Si quieres lograr éxito en tus roles, los debes abordar con entusiasmo. Una mujer motivada a constantemente hacer el bien tiene más posibilidad de impactar positivamente las vidas de otros. Una esposa y madre que abraza sus funciones con ánimo y pasión obtiene resultados muy favorables y de mucha bendición para su familia.
Lamentablemente, debido al pecado y la maldad en este mundo, las personas muchas veces enfrentan suficientes razones para desanimarse y perder motivación. Pero no tiene que ser así. Tu eres las única que tiene la autoridad completa de hacer los cambios necesarios para que tu vida sea marcada con entusiasmo. Estas son unas cuantas ideas para mantenerte motivada:
- Lee la Biblia todas las mañanas.
- Ora constantemente. Si algo bueno sucedió, alaba y dale gracias a Dios, si hay algún problema, tráelo en petición ante Dios, etc.
- Cuando el enemigo me quiera acecharte con mentiras y desánimo, escucha música de alabanza y adora a Dios.
- Sonríele a tus hijos frecuentemente para contagiarlos con gozo y que de la misma manera ellos te contagien a ti.
- Escucha frecuentemente mensajes que edifican tu vida.
- Descubre y utiliza tus talentos y habilidades para servir a otros.
- Elimina voces negativas en tu vida, incluyendo relaciones que te desmoralizan con frecuencia.
- Aprende de tus errores, pero concéntrate en todo lo bueno que está por venir.
- Memoriza y medita en la Palabra de Dios.
- Rodéate de personas e influencias positivas que estimulan tu vida.
fotografía por Fadzly @ Shutterhack

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