Cuando reconocemos todo lo que Dios ha hecho por nosotras, es difícil vivir una vida egoísta. Cuando comprendemos que no merecemos nada de lo que tenemos, incluyendo nuestra propia vida, se nos hace más fácil enfocarnos en servir a otros y buscar llenar necesidades.
La generosidad es una decisión, una que trae abundante bendición. Una vida que da es una vida que ha sido llena de la bondad de Dios. ¡Seamos generosas porque Dios nos ha colmado de mucho bien!
“…mi copa está rebosando.” Salmos 23:5
Una vida que no da
Es fácil poner una buena cara, pero hacerse la desentendida cuando vemos necesidad a nuestro alrededor. No le damos gloria a Dios cuando vivimos en nuestro propio mundo, velando solamente por nuestro bienestar.
El egoísmo y el orgullo chocan con la generosidad; no es posible ser generosa si en nuestro corazón fomentamos actitudes egoístas. Escudriña tu interior y pídele a Dios que te muestre áreas en las que debes cambiar para llegar a ser más como Jesus, que vivió para otros, y al final dio su misma vida por quienes él amaba.
Francamente las personas egoístas no son nada atractivas. Terminan con pocos verdaderos amigos y viven engañados de ser personas demasiado buenas para los demás. Pero su miserable manera de vivir en el mundo de yo, yo y yo, les desenmascara su egocéntrica manera de ser.
«El codicioso codicia todo el día; el justo da sin retener su mano.» Prov. 21:26
¿Quieres tener una vida que da?
¿Tiénes talentos? ¡Compártelos generosamente! ¿Dios te ha dado habilidades especiales? ¡Usalos para servir a otros! ¿Sabes hacer algo bien? ¡Tómate el tiempo para enseñárselo a otros que quieren aprender! ¿Tienes una oportunidad para servir a alguien? No andes viendo en qué te beneficiará a ti, ¡deja que Dios sea el que te lo pague de regreso!
«A Jehová presta el que da al pobre; el bien que ha hecho se lo devolverá.» Prov. 19:17
Las personas más exitosas en este mundo son las que dan desinteresadamente. Las personas más felices en este mundo son las que buscan el éxito de otros y aportan alegremente para otros alcancen sus logros.
Decide hoy vivir una vida que da sin medida, esperando la recompensa de nadie más que de Dios mismo.
foto por gmunsey
