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¡Misión cumplida! Terminé las 7 horas de adoración 🙂
Si aún no lo has hecho, te invito a invertir solo 7 horas de tu precioso tiempo durante una semana. Puedes leer más detalles aquí.
El primer día fue muy refrescante. En mi móvil puse una estación de música Cristiana y me ocupé haciendo diferentes oficios en la casa. Disfruté mucho la letra de las canciones y un tiempo de oración.
(Este día mi esposo salió de viaje. Yo me quede sola con nuestros 5 hijos. Este mismo día, mi lavadora de platos se arruinó. El resto de la semana me tocó lavar todos los platos de la familia a mano.)
El segundo día me sentí my animada. Al escuchar la letra de las canciones, comencé a sentir una paz interna difícil de explicar.
(Mi mamá vino a cuidar a mis hijos menores un par de horas mientras llevaba a los mayores a clases de Tae Kwon Do y Jazz. Seguí lavando los platos a mano.)
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Fil. 4:7
El tercer día sucedió algo que no esperaba. Durante mi tiempo de adoración, el cual lo realicé ya en la cama, al final del día, Dios me comenzó a dar respuestas a muchas inquietudes que ya días tenía en mi corazón. Me abrió los ojos a ciertos cambios que debía hacer en mi vida y pude ver con claridad una nueva dirección en varias cosas en mi vida. Nuevamente, sentí una gran paz.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3
El cuarto día hice mi tiempo de adoración por partes. Excelente tiempo meditando en todo lo que Dios me estaba diciendo y revelando.
(La nevera se arruinó. Logré enviar las carnes congeladas y la leche a la casa de mi mamá. El resto de la comida puse en una hielera. Me tocó actualizar el menú semanal para utilizar lo que me había quedado de comida. Mi esposo aún seguía fuera de viaje.)
El quinto día me di cuenta que a pesar de una semana mucho más ocupada de lo usual (siendo mamá y papá a 5 niños) y con los inconvenientes de la lavadora de platos y la nevera, tuve una buena actitud ante cada situación. Definitivamente lo atribuyo a mi tiempo especial de adoración durante la semana. Creo que si no hubiera estado dedicando ese tiempo a Dios, mi reacciones hubieran sido muy diferentes. Me hubiera molestado y desesperado con gran rapidez. Así que este día lo usé para darle gracias a Dios por todas las bendiciones.
(La nueva nevera llega hasta dentro de 3 días. La lavadora de platos la tendremos que comprar más adelante.)
El sexto día fue un día de descanso, no solo físico, sino de espiritual. Ya para este entonces mi alma estaba aprendiendo a descansar verdaderamente en Dios.
(La noche anterior envié a mis 3 hijos mayores a dormir donde mi mamá ya que en mi casa no tenía mucha comida. Pero me quedé con los dos menores y tuve un tiempo muy especial exclusivo con los dos. ¡Mi esposo ya regresó!)
El séptimo y último día fuimos a la iglesia, perfecto día para adorar a Dios en la congregación. Y para cerrar con broche de oro, este día tuvimos la oportunidad de comprometernos con mi esposo, ante toda la iglesia, en criar a nuestro nuevo hijo en el temor de Dios.
Compromiso de nosotros, los padres, en criarlo en el temor de Dios…dirigido por el abuelo/pastor.
Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6
Dios me habló mucho esta semana y quiero continuar apartando tiempo para adorar a Dios cada día. El es nuestro gran Rey y merece toda nuestra adoración y alabanza. Pero Él también obra milagros en nuestras vidas cada vez que lo buscamos para adorarle en verdad.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23
No te pierdas la gran bendición de adorar a Dios intencionalmente. ¡Toma el reto tu también!
