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Algo que todas las personas que han triunfado tienen en común es el fracaso. Inventores, actores, cantantes, políticos, héroes. Todos fracasaron – antes de alcanzar éxito. Tomemos inspiración cuando enfrentemos un momento de fracaso y no perdamos la visión y el ánimo de continuar intentando.
Fracasar es la consecuencia natural de intentar. Si no estamos intentando, entonces no estamos haciendo nada. Si no hacemos nada, nunca llegaremos al éxito. Tenemos que poner nuestra confianza en Dios, agarrarnos de su mano poderosa y tratar una vez más. Este proceso se repite hasta que triunfamos.
Pero no nos confundamos: el fracaso que proviene de la desobediencia y el pecado nunca nos llevarán al éxito. Así que no pensemos que vamos por el camino correcto cuando fracasamos después de un acto de irresponsabilidad ante Dios. Inevitablemente, cuando hacemos algo contrario a lo que Dios dice, nos irá mal. Todos pagamos un precio alto por el pecado. Para eso esta la Gracia de Dios. Acudamos a su perdón y misericordia. Apartémonos del mal y usemos nuestra energía y enfoque en buscar la voluntad de Dios.
«El fracaso es sólo la oportunidad de comenzar de nuevo, solo que con más inteligencia.» Henry Ford
«Nunca he fallado. Solo he encontrado 10,000 maneras que no funcionan.» Thomas Edison
«Sólo aquellos quienes se atreven a fracasar mucho, podran lograr mucho.» Robert F. Kennedy
No esperes éxito inmediato sin antes pagar el precio del esfuerzo y empeño. Tengamos presente que cada fracaso nos lleva un paso más cerca a la victoria.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1
foto por Melissa Gray
