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Haz una lista de cosas innecesarias que posees. Deshazte de ellas.
Los seres humanos somos expertos en acumular cosas. Nos regalan; adquirimos. Pero en vez de reemplazar algún objeto necesario, solo lo añadimos. Estas son unas de mis reglas: Si compro alguna prenda de ropa, me deshago de por lo menos una – reemplazo; y si algo no es precioso o valioso, o no tiene utilidad en mi hogar, no pertenece en mi casa.
Escoge cuidadosamente toda la información entrante.
Esto incluye pero no se limita a noticias, música, entrevistas, artículos, blogs, etc. Nadie nos obliga a escuchar o leer lo que otros quieren o tienen que decir. Nosotras lo escogemos. Seamos sabias. Es increíble como este tipo de información nos influencia nuestro diario vivir, para bien o para mal.
¿Necesitas reducir tus actividades?
O mejor dicho, ¿estás participando en algunas actividades por presión de otros? Decide bien lo que realmente necesitas. Escoge según lo que Dios tiene para ti. No te desvíes, aunque tus amigas no lo entiendan. Si eres madre, las presiones se multiplican. No dejes que nadie te diga qué hacer con tu tiempo y el tiempo de tus hijos. Toma sugerencias, pide consejo. Pero no hagas nada por ceder a la presión de que tus hijos tienen que hacer X o Y actividad.
¿Tienes alguna amistad de mala influencia?
Se honesta. Se humilde. Pídele dirección a Dios. Con mucha prudencia, procede a corregir la situación. En muchos casos, la prueba de fuego es la siguiente: si la persona te está mal influenciado a ti más de tu buena influencia en su vida, entonces tienes que hacer algo al respecto, ¡de inmediato!
Fotos por vaca_maldita y g55
